Fue a partir de una encuesta del prestigioso sitio Taste Atlas. Superó a clásicas delicias del resto del planeta como el helado de pistacho italiano.
Fue a partir de una encuesta del prestigioso sitio Taste Atlas. Superó a clásicas delicias del resto del planeta como el helado de pistacho italiano.
A través de Taste Atlas, en el que superó a clásicos de la cocina mundial como el helado de pistacho italiano, el apfelkuchen alemán, los waffles belgas y el zserbó húngaro, la chocotorta nos representó y se posicionó en el primer puesto como el mejor postre del mundo.
Según detallan desde la página web encargada de la encuesta, “la chocotorta es traducida como pastel de chocolate, este postre argentino sin hornear fue influenciado por la cocina italiana y se inspiró en el famoso tiramisú italiano. Está elaborado con tres ingredientes básicos argentinos: galletas de chocolate, dulce de leche y queso crema. Las galletas se ablandan en leche y se cubren con una combinación de queso crema y dulce de leche. Las formas pueden variar, mientras que las galletas se pueden remojar con leche con chocolate, café o incluso licor de café. Rara vez se encuentra en los restaurantes y sigue siendo un postre novedoso fuera de la Argentina”.
La votación anual también incluyó un lugar en el podio para Buenos Aires, seleccionada como la tercera mejor ciudad del mundo en lo que respecta a la comida, sólo superada por París y por Roma, según los 63.402 sufragios válidos que se recibieron por parte de críticos de restaurantes.
¿Cómo nació la tan deseada chocotorta?
Lo que pocos saben es cómo se originó la tan apetecida receta, y en qué contexto. A casi cuarentena años de la primera aparición del postre, Marité Mabragaña, publicista y creadora de la mezcla contó todos los detalles.
En primer lugar, Mabragaña aseguró que la receta original lleva oporto, una clase de vino dulce: “En aquella época se hacían tortas con vainillas. Y a mí me gustaba mojar las chocolinas en oporto. También sabía que el dulce de leche con queso crema es lo más rico que hay. Y un día pensé, ¿qué pasa si hago una torta formando pilitas?”.
Trabajando como redactora en la agencia publicitaria de Ricardo De Luca y siendo directora creativa de Bagley y de Mendizábal, en 1982, la llevó para un cumpleaños en la agencia, siendo aprobada por el paladar de todos sus compañeros, así que al llegar de nuevo a su casa preparó dos más y las presentó ante dos de sus clientes. Su idea involucró a tres marcas: Chocolinas, Mendicrim y el dulce de leche Ronda.
Aunque su torta es una de las más populares del país, ella nunca cobró nada por los derechos de autor. “Si hubiera registrado la chocotorta y cobrado derechos, ahora estaría hablando desde la Costa Azul”, dijo ya jubilada desde su casa en Capital Federal.
Fuente: Cronica.