Al menos cinco personas murieron en el Estado mexicano de Oaxaca, tras el fuerte sismo de 7,5 grados en la escala de Richter que sufrió ese país y que se sintió en la capital y en seis Estados de la región centro-sur.

El fenómeno, que sorprendió a la población de más de la mitad del país en plena fase de liberación del aislamiento por coronavirus, causó además daños en dos hospitales y cortes de energía eléctrica generalizados.

El gobernador de Oaxaca, Alejandro Murat, dijo que un anciano murió en la localidad de San Agustín Amatengo, por la caída de un muro y que un trabajador de 53 años perdió la vida al caer de una estructura en una refinería de la ciudad de Salina Cruz.

Autoridades sanitarias de Oaxaca reportaron algunos hospitales públicos dañados y con grietas en la zona de influencia del movimiento telúrico, que obligaron a desalojarlos.

En la Ciudad de México, la intendenta Claudia Sheinbaum anunció que dos personas resultaron lesionadas al caer un cable de alta tensión en Iztapalapa, y que un niño que cayó fue trasladado a un hospital pediátrico.

Además 36 edificios sufrieron daños menores, cuatro de ellos administrados por el gobierno local.

El Servicio Sismológico Nacional (SSN) del Instituto de Geología de la Universidad Nacional Autónoma de México corrigió una evaluación inicial de una magnitud de 7,1, ampliando el rango de la medición a 7,5, mientras que se registraron 147 réplicas.

El organismo indicó que el epicentro del terremoto, ocurrido a las 10:29 hora de México (13.29 en Argentina) fue localizado cerca de la localidad de La Crucecita, en el Estado sureño de Oaxaca.

También resultaron dañados cuatro edificios ya resentidos por los terremotos de 7,1 y de magnitud 8,1 de septiembre de 2017, que causaron cerca de 500 muertos y derribaron decenas de inmuebles.

Fuente: La Capital de Rosario.